Ahora es el turno de los Lonches Rafa. El diseño del lugar es simple pero cómodo; el aroma de la carne te envuelve en cuanto ingresas, abriendo tu apetito al instante. Este es quizá uno de mis favoritos, pues el sabor me gusta mucho.
Ubicados a un lado de la Lisboa, están instalados igualmente desde 1972.
En cuanto al tiempo de espera, en general, es un poco largo, así que si tienes poco tiempo o quieres un lugar donde comer rápido porque ya tienes demasiada hambre, este no es el lugar indicado. La atención al cliente también deja mucho que desear (exceptuando a los meseros), y aclaro que esto está escrito desde una perspectiva personal en una de las visitas que tuve al lugar.
La mujer de la caja me atendió con flojera; ni siquiera me miró porque estaba revisando algo en su dispositivo móvil. Tardó un poco en darse cuenta de que estaba parado justo frente a ella, a pesar de que la saludé con un "buenos días". Cuando me miró, lo hizo de reojo y, formando una mueca de disgusto, me dijo "¿Qué vas a querer?". Ya sin siquiera mirarme, estiró la mano, recibió el dinero, me entregó el cambio y me salí para esperar mi lonche.
Dejando de lado esa experiencia y hablando ahora acerca de la comida, debo decir que estos lonches de pierna son bastante ricos. El tamaño del mismo es el adecuado para hacer que una persona adulta promedio se sienta llena con uno solo.
Cebolla, jalapeño, salsa picante, son algunos de los ingredientes que lo acompañan y hacen en conjunto con la carne una combinación perfecta para paladares exigentes.