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El visionario artista tenía un ambicioso objetivo en mente: crear la escultura más impresionante de México. Su plan original consistía en la construcción de 6 majestuosos arcos que alcanzarían una altura total de 52 metros y abarcarían una extensa superficie de 17 mil metros cuadrados. Estas magníficas estructuras se ubicarían en la glorieta situada en Av. Mariano Otero y Lázaro Cárdenas.
Enrique Carbajal Gonzales, reconocido escultor y pintor mexicano, es el creador de esta increíble obra. Su talento y habilidad se han plasmado en varias obras de arte destacadas, como La Escultura Fonatur en Cancún, el Monumento a la Mexicanidad en Ciudad Juárez y la Gran Puerta de México en Matamoros. Su renombre también ha trascendido fronteras, con esculturas notables en España, como El Quijote en Alcalá de Henares y Ángel Alejandra en Toledo.
Un proyecto inconcluso con un potencial asombroso
El proyecto de los Arcos del Tercer Milenio fue concebido con el propósito de dar la bienvenida al nuevo milenio. Se esperaba que estuviera completamente terminado a principios del año 2000. Sin embargo, los plazos se extendieron y los primeros 3 arcos no se concluyeron hasta el año 2001, mientras que el cuarto arco se finalizó 4 años más tarde, en 2005. A pesar de esto, desde mediados de 2018 no se ha avanzado más en la construcción de los arcos restantes.
Este proyecto monumental ha enfrentado diversos obstáculos, principalmente relacionados con la politización y la falta de financiamiento. Para superar estos desafíos, se creó el Patronato Arcos del Milenio A.C., una asociación civil que buscaba impulsar la concreción de esta fascinante obra de arte.
El gobierno municipal encabezado por Fernando Garza tomó la decisión de cesar el financiamiento público una vez que se completara el tercer arco. Esto significa que el resto de la obra depende de los fondos recaudados por el Patronato. Desafortunadamente, hasta la fecha, el proyecto se encuentra en un estado inconcluso.
Esta incomparable obra de arte ofrece una oportunidad única para los anunciantes que deseen asociar su nombre con esta emblemática escultura. Al hacerlo, podrán llegar a un amplio público cautivado por su grandeza artística y formar parte de la historia cultural de México.