Lo que comenzó como una modesta operación con un extractor manual y unos cuantos kilos de naranjas, pronto se convirtió en un rotundo éxito. La demanda creció rápidamente, y Ofelia se encontró ampliando su oferta de jugos y chocomiles para satisfacer el apetito de sus clientes.
Hoy en día, su puesto es reconocido por su variedad de deliciosas opciones, desde jugos frescos hasta mezclas creativas y refrescantes aguas frescas.
Una Trayectoria de Esfuerzo y Dedicación
El primer día que vendí compre sólo 5 kilos de naranja y en 1 hora ya se había terminado, fui y compre otros 5 y se vendieron muy rápido, así que ya comencé a comprar más y más.
Ofelia no se detuvo en sus inicios, sino que perseveró y se esforzó en expandir su negocio. Con el tiempo, su pasión y dedicación la llevaron a diversificar su oferta, añadiendo nuevos sabores y creaciones a su repertorio.
Su amor por su trabajo se refleja en cada sorbo de sus jugos, y su negocio se ha convertido en un ícono local que deleita a los visitantes de todas las edades.
El puesto de jugos y chocomiles de Ofelia no es solo un negocio, sino un verdadero reflejo de la comunidad y el espíritu de la Colonia del Fresno. A lo largo de los años, se ha convertido en un punto de encuentro para vecinos y visitantes, donde convergen personas de todas las edades y trasfondos. Es un espacio lleno de vitalidad y sabor, donde se tejen relaciones y se comparten sonrisas.
Más allá de sus deliciosas bebidas, la sonrisa cálida y acogedora de Ofelia es una marca registrada de su negocio. Su trato amable y su carisma hacen que cada visita sea especial y que sus clientes se sientan como en casa. Es una anfitriona que crea conexiones genuinas con aquellos que se acercan a disfrutar de sus jugos y chocomiles.